11:25 23-10-2025
Problemas comunes de Mazda: óxido, tableros, Mazda Connect y motores Skyactiv
Mazda se ha ganado la fama de ser una especie de “BMW japonés”: elegante, asequible y, sobre todo, agradable de conducir. Sin embargo, tanto propietarios como la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de EE. UU. (NHTSA) señalan que la marca arrastra un puñado de problemas crónicos que reaparecen de una generación a otra. Tarantas.News recopiló los puntos conflictivos más repetidos, y el contraste —placer al volante frente a pequeñas manías persistentes— resultará familiar para muchos fieles de la marca.
El dolor de cabeza más conocido es el óxido. Los Mazda3 y Mazda6 de las décadas de 2000 y 2010 son especialmente vulnerables: la corrosión aflora en componentes de la suspensión, pasos de rueda y subchasis. Incluso con carrocería galvanizada, el metal puede deteriorarse con rapidez en regiones con mucha sal.
Igualmente molesto es el fenómeno de los tableros que “se derriten” en los Mazda3 y Mazda6 de 2009–2013. Bajo sol intenso, el plástico se volvía pegajoso y reflectante, lo que perjudicaba la visibilidad. Mazda respondió ampliando la garantía hasta 10 años para sustituir las piezas defectuosas.
El sistema de infoentretenimiento Mazda Connect tampoco se libra de quejas: cuelgues del sistema, tropiezos con Apple CarPlay y un control por voz poco colaborativo. A eso se suma que muchas unidades con transmisiones Skyactiv pueden sentirse perezosas, a veces con cambios bruscos o con negativa a engranar con limpieza desde parado; nada corta más el impulso que una caja de cambios dubitativa.
Debajo del capó tampoco todo es perfecto. Con el tiempo, los motores Skyactiv‑G pueden acumular depósitos de carbono, lo que reduce la potencia y hace aparecer el código P0300. También hay quejas sobre los primeros propulsores con distribución variable, cuyos variadores de fase son propensos a fallar.
Por último, Mazda recibe críticas por la pintura fina. El Soul Red característico luce espectacular, pero se raya con facilidad y puede empezar a descascarillarse.
Aun con todo, Mazda sigue figurando entre las marcas más fiables, y sus propietarios admiten que mantener un coche en plena forma simplemente exige poner más atención.