SEMA 2025, en Las Vegas, fue el escenario de uno de los restomod más contundentes de los últimos tiempos: el 1969 Chevrolet Camaro Hybrid Hypercar Project. La firma californiana Blazin Rodz se propuso combinar el encanto clásico con hardware de vanguardia, y el resultado apunta a quienes buscan nostalgia sin renunciar al rendimiento actual.

Bajo el capó se instala un V8 R07 de 5,8 litros derivado de NASCAR, con doble turbo y 1.300 hp, asistido por un motor eléctrico de 300 hp. En conjunto, entrega 1.600 hp y declara 210 mph de velocidad máxima. Sobre el papel, la receta lo sitúa de lleno en territorio hiperdeportivo, y la asistencia eléctrica se antoja una capa de prestaciones real, no un simple aderezo.

El modelo contempla carrocería en fibra de carbono, suspensión adaptativa con elementos neumáticos y un sistema patentado de control de rigidez. El precio arranca en 1,6 millones de dólares, una cifra que refuerza su planteamiento artesanal y de producción muy limitada, y lo coloca en territorio de coleccionistas.

El fabricante señaló que la producción será restringida. Este Camaro híbrido ya se perfila como uno de los deportivos destacados de 2026: una mezcla de herencia y tecnología orientada al futuro que, si llega tal y como se presenta, difícilmente pasará desapercibida.