En el SEMA 2025 de Las Vegas, una apuesta especialmente llamativa por la personalización acaparó miradas: un Chevrolet Corvette C8 profundamente modificado. Presentado en el stand de FeynLabs, el proyecto se hizo notar de inmediato por su presencia contundente, de esas que sobresalen sin esfuerzo entre las novedades del salón.

El cupé viste un kit de carrocería de Liberty Walk con aletas ensanchadas, capó rediseñado, taloneras, divisor frontal y un alerón trasero de generosas dimensiones. El acabado en blanco, rematado por un techo negro en contraste, subraya su carácter atlético. El tratamiento de Liberty Walk saca partido a las proporciones de motor central del C8: las líneas se perciben cohesionadas, más integradas que recargadas, algo que no siempre se logra en propuestas de este tipo.

El detalle estrella llega con las llantas forjadas Rohana RFG3, de diseño multirradio en forma de Y y remaches vistos. El modelo se ofrece en diámetros de 18 a 24 pulgadas, con un precio que parte de 1.500 dólares por unidad. Combinadas con neumáticos anchos, suspensión neumática regulable y pinzas de freno en rojo, logran una postura inequívocamente orientada a circuito; el conjunto transmite esa intención desde cualquier ángulo.

No se han confirmado cambios en el tren motriz, pero este Corvette demuestra cómo un icono del rendimiento estadounidense puede reinterpretarse como una máquina exclusiva, con enfoque racing y un matiz claramente japonés. La mezcla de culturas encaja de forma natural en esta plataforma y suma carácter sin diluir la esencia del C8; quizá ahí resida gran parte de su atractivo.