SEMA 2025 en Las Vegas volvió a convertirse en un terreno de juego para el exceso automotriz: centenares de preparaciones, conceptos y coches de exhibición. Pero el depredador alfa del evento fue el Infiniti QX80 R-Spec, un SUV de lujo transformado en un monstruo de 1.000 hp.

Inspirado en el legendario Nissan GT-R, este QX80 luce el inconfundible Midnight Purple e incorpora el VR38DETT del superdeportivo. El motor se ha llevado hasta los 1.000 hp, mientras que frenos y suspensión proceden del GT-R T-Spec Takumi Edition. Incluso las llantas de 24 pulgadas en tono bronce esconden discos carbocerámicos, y la carrocería viste paneles aerodinámicos. El conjunto suena cohesionado más que efectista, una rareza en un salón que vive del espectáculo.

Infiniti QX80 R-Spec
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SEMA 2025 rebosó estrenos de titular: Toyota desplegó una batería de conceptos off-road, Ford llevó un Raptor de 900 hp, Mopar resucitó el célebre Hellephant V8 y Hyundai sorprendió con una interpretación retro del Ioniq 9. Aun así, Infiniti se quedó con el foco: el QX80 R-Spec demostró que un SUV lujoso también puede comportarse como una bestia criada en circuito.

Infiniti logró lo improbable: convertir un SUV familiar en emblema de poder y arrojo. El QX80 R-Spec es algo más que una pieza de stand; recuerda que, incluso en plena era eléctrica, el tirón de los motores de verdad no se ha esfumado. Entre las apuestas más desatadas, este proyecto transmite propósito.