Cómo arrancar un híbrido en frío sin calentar al ralentí
Descubre por qué los híbridos no necesitan calentar al ralentí: consejos para arrancar en frío, precalentar el habitáculo enchufado y mejorar la eficiencia.
Hasta hace poco era una norma no escrita: arrancar y dejar el motor al ralentí para que “entre en calor”. En los híbridos de hoy, esa regla ya no aplica. Según explicó el experto Dmitry Novikov a Tarantas News, estos coches no necesitan calentarse antes de ponerse en marcha. Los motores y lubricantes modernos aseguran el flujo de aceite correcto en cuestión de segundos; mantener el coche parado solo penaliza el consumo y además drena la batería.
La única concesión razonable llega con el frío extremo. Las bajas temperaturas reducen la capacidad de la batería, por eso los híbridos actuales integran calefacción del paquete y gestión del flujo térmico. Nada más arrancar, estos sistemas llevan el conjunto a su temperatura óptima. Dar unos instantes para que todo se estabilice tiene sentido, pero alargar el ralentí no lo tiene.
Los especialistas aconsejan precalentar el habitáculo en invierno mientras el coche sigue enchufado: así se ahorra energía y se estira la autonomía. Además, es más eficiente apoyarse en los asientos y el volante calefactables que exigir al sistema de climatización completo. En los híbridos enchufables, el circuito térmico puede templar no solo el interior, sino también la batería antes del viaje, lo que mejora la eficiencia general.
En definitiva, los híbridos demuestran que el “calentamiento” pertenece al pasado. Conviene vigilar el estado de carga y evitar exigir demasiado al sistema justo tras un arranque en frío; a partir de ahí, basta con abrocharse el cinturón y salir. En el día a día, esa rutina sencilla resulta más útil que cualquier rato de ralentí junto al bordillo.