El mundo del tuning sería muy distinto sin esos diseños de llantas de culto que definieron épocas enteras. Para muchos entusiastas, cambiar las ruedas fue la primera mejora seria: por la postura, para reducir la masa no suspendida o para afinar el manejo. Los reporteros de Tarantas News señalaron los modelos que moldearon la escena.

Entre los más influyentes están las RS Watanabe Eight Spoke de Japón. Presentadas en 1968, se convirtieron en el emblema de la cultura JDM temprana. Con ocho radios finos y una silueta minimalista, siguen apareciendo en preparaciones retro por todo el mundo, prueba de que la geometría limpia envejece mejor que cualquier moda pasajera.

Desde la escuela estadounidense llega la American Racing Torq Thrust. Aquellas llantas de cinco radios “de magnesio” de finales de los 50 evolucionaron hasta convertirse en un icono de la era muscle. En el universo de las llantas, muchos la comparan con unas Converse: universal, reconocible al instante y aparentemente eterna.

Europa está representada por las OZ Superturismo, un diseño multirradio inspirado en el WRC y en las victorias de Citroën con Loeb. Con el tiempo, la familia creció hacia variantes para circuito, SUV y trabajos duros, algo que afianzó su reputación como una elección con propósito y no solo una cara bonita.

BBS RS
BBS

La BBS RS merece mención aparte. Su entramado tipo celosía marcó el listón estético, mientras que la construcción modular permitía sustituir el borde exterior y reparar daños sin cambiar la llanta completa. Pocos diseños han alcanzado un estatus de culto tan duradero.

Y, por supuesto, las Volk Racing TE37: llantas forjadas japonesas ligeras (3,7 kg en la versión original) e impresionantemente resistentes. Su diseño de seis radios se convirtió en sinónimo de velocidad y de un equilibrio casi ideal entre peso y rigidez. Incluso hoy, esa receta se siente en su punto.