BMW ha presentado una profunda actualización de su prototipo M Hybrid V8 para la temporada 2026. El coche renovado se dejó ver por primera vez durante las pruebas de IMSA en Daytona, con casi la mitad de la carrocería nueva, una aerodinámica revisada y un frontal profundamente rediseñado. No parece un simple ejercicio de imagen.

El cambio más evidente está en la iluminación: ahora recurre a dos módulos LED rectangulares en los extremos, a tiras de luz amarillas en diagonal y a un paragolpes delantero de nuevo cuño. Estas ópticas buscan mejorar la visibilidad en los turnos nocturnos de las pruebas de resistencia y hacer que el coche se distinga mejor en el tráfico. Además, un splitter actualizado y un morro rediseñado pretenden limpiar el flujo de aire y reforzar la estabilidad a alta velocidad.

Los pilotos aseguran que los cambios van más allá de la superficie. Según Philipp Eng, la nueva configuración ofrece un comportamiento más predecible y estable, algo crucial en IMSA, donde la trazada perfecta no siempre está disponible. Los ajustes transmiten una apuesta por la consistencia y la confianza, el tipo de refinamiento que suele marcar diferencias en los relevos largos.

Hay otra variable en juego: los neumáticos Michelin Pilot Sport Endurance 2026, que obligan a replantear las puestas a punto desde cero. De acuerdo con Dries Vanthoor, el coche se siente distinto con estas gomas, pero conserva su carácter familiar. En conjunto, el paquete suena a una actualización de madurez: medida, con propósito y enfocada a que el coche sea más llevadero en pleno fragor de la resistencia.