BMW de Norteamérica anunció la retirada de un lote limitado de 328d diésel del año 2018 por un posible riesgo de incendio vinculado a una fuga de refrigerante hacia el módulo de recirculación de gases (EGR). El alcance es reducido, pero el modo de fallo no conviene pasarlo por alto.

Si el refrigerante se filtra a la válvula EGR, puede mezclarse con hollín y, bajo altas temperaturas, llegar a derretir el colector de admisión de plástico y, en casos poco frecuentes, provocar un incendio. La campaña abarca 89 sedanes y 23 328d Sports Wagon, tanto con tracción trasera como con el sistema integral xDrive.

Los componentes proceden de la empresa surcoreana Korens. Estos vehículos quedaron fuera por error de una campaña de 2021 (código 21V-907) que abordó 50.000 unidades con defectos similares, un desliz que ahora se subsana.

Como parte de la solución, BMW sustituirá sin coste las válvulas EGR sospechosas, inspeccionará el colector de admisión y lo reemplazará si es necesario, y limpiará el conducto que une el enfriador con el colector. Es un conjunto de medidas coherente que ataja tanto la causa como los posibles daños colaterales, justo lo que se espera en estos casos.