Según los organizadores, la muestra reunirá más de 1.085 vehículos, de los cuales casi 630 pertenecen al segmento de los nuevos vehículos de energía (NEV). La cuota de eléctricos e híbridos ha crecido tan deprisa que ya supone casi el 58% de todos los expositores, un nuevo récord para el evento que deja claro hacia dónde se inclina el mercado.

Entre los participantes, los fabricantes alemanes llaman mucho la atención —BMW, Mercedes-Benz, Audi y Volkswagen— junto a los estadounidenses General Motors y Ford. Aun así, el protagonismo recae en las marcas chinas como Nio, Xpeng, Li Auto y BYD, cuyos catálogos ganan peso en casa y avanzan con paso firme hacia los escenarios internacionales. Se percibe que ya marcan el ritmo.

Uno de los grandes ejes es el impulso a la conducción autónoma y a la carga ultrarrápida. Por ejemplo, la nueva arquitectura SEPA 2.0 de Xpeng admite carga rápida a 800 voltios, un salto que promete recortar de forma notable los tiempos de enchufe. Es el tipo de avance que acerca la tecnología a un uso verdaderamente cotidiano.

Más allá de los vehículos tradicionales, los visitantes pueden conocer lo último de sectores adyacentes —proveedores de componentes y electrónica como CATL y Huawei—. Sus stands subrayan cómo las nuevas tecnologías se integran en el automóvil para ganar eficiencia, contener costes y mejorar el comportamiento general de los modelos actuales. La integración ya no es un añadido: es el corazón del producto.