El capítulo más divisivo en la historia de Mercedes-AMG podría estar acercándose a su final. Un documento interno aparecido en la red sugiere que el C63 S E Performance de cuatro cilindros dejaría de producirse en mayo de 2026. La razón es el endurecimiento de la normativa europea sobre ruido exterior, que entra en vigor a mediados de 2026 y obligaría a una costosa reingeniería de los motores de cuatro cilindros de alto rendimiento de AMG. Visto así, la decisión suena coherente.

Según la prensa alemana, hay otros modelos en la cuerda floja. Los C43 y GLC43 podrían despedirse en febrero de 2026, y los híbridos C63 y GLC63 les seguirían a finales de primavera. Para la marca, todo encaja con un giro más amplio hacia híbridos de alto voltaje y deportivos eléctricos; se dice que ya hay proyectos en marcha con potencias superiores a los 900 CV. La hoja de ruta parece clara.

El C63 de cuatro cilindros, que sustituyó al icónico V8 para cumplir con la normativa, ha sido un foco de polémica desde el primer día. Si finalmente se retira, se abriría la puerta a un planteamiento distinto: los rumores apuntan a que AMG estudia un híbrido de seis cilindros de mayor tamaño, una receta que podría devolver la emoción y el carácter que muchos echaron en falta en el modelo actual. Para un coche que vive tanto de las sensaciones como de los números, suena al ajuste de rumbo adecuado.