Un incendio se declaró en el centro de desarrollo avanzado de General Motors en Pasadena (California) la noche del 22 de octubre. En cuestión de minutos evolucionó a un siniestro de gran magnitud, con llamas avivadas por baterías de iones de litio y por un prototipo con motor de gasolina que se encontraba dentro del edificio.

Según las autoridades locales, se movilizaron más de cien bomberos y especialistas en materiales peligrosos. Controlarlo llevó más de siete horas y la contención total se alcanzó alrededor de la 1 de la madrugada.

GM indicó que el fuego quedó limitado a un único vehículo conceptual y no afectó al resto de las instalaciones. Todos los empleados y los equipos de emergencia resultaron ilesos. Un bombero quedó atrapado de forma momentánea y fue evacuado con rapidez, sin requerir hospitalización.

El centro de Pasadena, de 14.000 metros cuadrados e inaugurado en 2021, está dedicado al diseño de futuros modelos y soluciones de movilidad. El origen del incendio sigue bajo investigación.

El episodio pone de relieve hasta qué punto los componentes de iones de litio pueden complicar las labores de extinción; al mismo tiempo, la rapidez con la que se controló sugiere una respuesta bien coordinada. En un entorno de I+D, es también un recordatorio de que probar prototipos exige protocolos de seguridad muy afinados.