Durante años, el fastback se relacionó con los clásicos estadounidenses, pero fue en Europa donde esta carrocería se convirtió en arte. En un continente que siempre ha perseguido la pureza de la línea y la aerodinámica, unas pocas siluetas se volvieron legendarias. Los expertos de 32CARS.RU nombraron los modelos europeos más bellos.

El Bugatti Type 57 Atlantic sigue siendo un símbolo de la aerodinámica temprana. Su perfil en forma de lágrima y una elegancia delicada lo convirtieron en uno de los coches más hermosos de todos los tiempos; solo se conservan cuatro ejemplares. Basta una mirada para entender su magnetismo.

El Aston Martin DB5, creado por Touring Superleggera, destiló la esencia del gran turismo: su fluido perfil fastback se reconoce al instante, y la asociación con James Bond solo consolidó su estatus icónico. Incluso sin la pantalla grande, su presencia habla por sí sola.

El De Tomaso Mangusta aportó formas más cortantes y agresivas: Giorgetto Giugiaro dibujó una silueta angulosa, urgente, casi depredadora. Un diseño que parece listo para devorar kilómetros.

Por contraste, el Ferrari 365 GTB/4 Daytona ofreció una armonía serena entre su largo morro y una zaga redondeada, una depurada reinterpretación del estilo clásico de la marca. Un equilibrio que sigue resultando natural y muy claro en su intención.

Completa la selección el Porsche 911, el fastback más reacio al cambio del planeta. Su silueta apenas ha variado desde 1964, preservando la línea del techo y esa postura inconfundible. Esa continuidad ha forjado un carácter que no necesita explicaciones.

Estos cinco coches no solo marcaron tendencias: moldearon la propia idea del fastback europeo y, durante décadas, se mantienen como referencia.