Hyundai Transys y BASF han presentado un desarrollo conjunto: un asiento conceptual modular creado para vehículos PBV. En su base está Elastollan, un elastómero de poliuretano termoplástico procesado mediante espumado supercrítico. El material, antes empleado en calzado, ahora se ha adaptado a interiores de automóviles.

El asiento muestra de forma clara el potencial de la nueva tecnología. Es ligero, muy resistente al desgaste y combina un tacto suave con un acabado de alta calidad. Por primera vez, este material innovador se utiliza en el reposacabezas y los reposabrazos. El salto de los materiales del calzado a los componentes del habitáculo se percibe como una decisión pragmática para este tipo de aplicación.

El proceso SCF garantiza una distribución uniforme del gas y una estructura de microceldas finas, lo que mejora la resistencia mecánica, reduce la densidad y disminuye las emisiones de compuestos orgánicos volátiles. Al prescindir de agentes espumantes químicos, los materiales pueden reciclarse tras su uso.

Según los fabricantes, la solución reduce el consumo energético durante la producción y se alinea con los principios del diseño circular, aspectos que pesan a la hora de que los fabricantes de automóviles elijan componentes con menor huella de carbono y vías de fin de vida claras. En ese marco, la combinación de durabilidad, confort y bajo peso cobra especial sentido.