Samson Sky anunció una nueva fase en el desarrollo del auto volador Switchblade. El modelo realizó su primer vuelo en 2023 y, tras ese hito, las actualizaciones se detuvieron. Ahora la compañía informa que su tren motriz híbrido ha completado las primeras pruebas en banco.

El Switchblade recurre a un cuatro cilindros turbo de 300 hp que trabaja con un sistema híbrido de 800 voltios. En tierra alcanza hasta 160 km/h; en el aire puede llegar a 322 km/h y ascender a 3.960 m. El paso de modo carretera a vuelo lleva unos tres minutos, cuando alas y cola se despliegan. Ese tiempo de conversión, breve y manejable, parece funcional en el día a día y encaja con la idea de doble propósito.

Como el Switchblade se encuadra en la aviación experimental, los futuros propietarios necesitarán no solo licencia de conducir, sino también certificado de piloto, y además deberán implicarse en el montaje: bajo el programa Builder Assist, el usuario completa el 51% del trabajo. Ese requisito delata un producto orientado al entusiasta más que un medio de transporte llave en mano para el día a día, con la participación del dueño integrada en la experiencia.

En esta fase, el sistema híbrido afrontará pruebas adicionales en el centro de investigación de la Universidad de Dayton. Después, el conjunto propulsor se montará en un camión de pruebas para simular la carga de una hélice. Es una estrategia que apuesta por validar la cadena cinemática paso a paso.

El interés se mantiene alto: se han registrado unas 2.900 preventas, también desde el extranjero. Los desarrolladores señalan que un asistente de IA apoyará al piloto en vuelo, aunque no está previsto un piloto automático completo. Mantener al humano en el centro parece lo más sensato para un vehículo que vive entre dos mundos.