Los intentos de crear coches solares se han quedado, en su mayoría, a medio camino, pero el estudio europeo MASK Architects llevó la idea a dos ruedas. Así nació SOLARIS: el primer prototipo de motocicleta capaz de recargarse únicamente con la luz del sol.

Su pieza clave es un conjunto de paneles extensibles, a modo de alas, que se despliegan cuando la moto está detenida. Esta disposición aumenta la superficie de células solares en aproximadamente un 150%, lo que permite recuperar carga sin enchufe. En términos estrictos, SOLARIS es una eléctrica autosuficiente que no necesita ni estaciones de carga ni combustible.

Sus creadores no revelan especificaciones al detalle, pero se sabe que el modelo incorpora una batería de iones de litio, un controlador solar y un sistema de distribución de energía en tiempo real. Todo el proceso puede gestionarse mediante una aplicación propia.

La moto también cuenta con un motor eléctrico de alto par, frenada regenerativa y un chasis ligero de aluminio y carbono. Aun así, el concepto deja preguntas en el aire: el complejo mecanismo de los paneles ocupa bastante espacio, se percibe frágil y difícilmente encajaría en la rutina diaria. Incluso como ejercicio de diseño, la durabilidad y el almacenaje apuntan a ser los obstáculos más serios.