Por qué el Porsche 911 descarta el PHEV y apuesta por el T-Hybrid
Frank Moser confirma: el Porsche 911 no será PHEV por su arquitectura compacta. El nuevo T-Hybrid de 400 V mejora prestaciones sin modo 100% eléctrico.
Frank Moser, vicepresidente de la línea de coupés de Porsche, confirmó que el legendario 911 no incorporará carga enchufable, al menos en los próximos años. El nuevo T-Hybrid, con su sistema de 400 voltios, ya equipa a los 992.2 GTS y Turbo S, aunque sigue siendo un híbrido suave: mejora la aceleración, pero no puede mover el coche en modo cien por cien eléctrico.
La razón para dejar a un lado un PHEV es clara: la arquitectura del 911 es demasiado compacta. Lograr siquiera 3–4 kilómetros de rodaje con el motor apagado exigiría una batería mayor y, con ello, replantear por completo el conjunto: más volumen, generadores adicionales, motores eléctricos y módulos de carga. Según Moser, ese giro comprometería aquello que hace del 911 un coche singular.
Con la solución actual, Porsche ha ubicado la batería del sistema híbrido en el mismo espacio que la unidad de 12 voltios. De este modo, el peso, el reparto y la aerodinámica se mantienen intactos, aspectos cruciales para el comportamiento. Moser añadió que, si la tecnología de baterías avanzara —en especial con celdas de estado sólido más ligeras y compactas—, un 911 enchufable podría volver a la agenda. Por ahora, los sacrificios que exige esa electrificación se consideran demasiado costosos.
En una era en la que incluso los superdeportivos se pasan a la hibridación, Porsche mantiene al 911 fiel a sí mismo. La lógica encaja: su identidad descansa en la precisión y el tacto, y cederlos por unos pocos kilómetros de silencio no compensa. Desde el asiento del conductor, esos fundamentos pesan más que añadir un modo de carga extra o una toma en el guardabarros.