Mitsubishi ha puesto fin a la producción de sus dos modelos más asequibles: el Mirage hatchback y el sedán Mirage G4. Tras años en el mercado, ambos se retiran y dejan sitio en la gama al crossover compacto Outlander Sport.

El Outlander Sport más reciente parte de $26,955, un salto claro frente a los $15,995 del Mirage. Con este movimiento, la marca eleva el precio de acceso y empuja a los compradores a contemplar un gasto mayor que antes.

Para reconquistar a quienes miran de cerca el presupuesto, la compañía valora activamente reintroducir una versión de tracción delantera del Outlander Sport más económica. Ese ajuste podría recortar en torno a $1,500 el precio y afinar el atractivo del crossover.

Aun así, lograr ventaja no será sencillo en un segmento ya abarrotado de opciones. El Chevrolet Trax se mueve entre $22,500 y $26,500, mientras que el Kia Seltos queda en una franja similar, de $21,590 a $26,590. Sobre el papel, esas cifras obligan al Outlander Sport a esforzarse para justificar su propuesta, especialmente ante quienes hacen las cuentas antes de pisar un concesionario.