BRABUS ha encontrado la forma de vender su descomunal 900 CRAWLER casi a cualquiera: no por cientos de miles, sino por un par de cientos de euros. No se trata, claro, del superdeportivo todoterreno real, sino de un set de construcción: la marca prolonga su alianza con la alemana BlueBrixx y lanza el buque insignia BlueBrixx-Pro BRABUS CRAWLER a escala 1:8. No es un recuerdo para acumular polvo, sino un proyecto de paciencia en toda regla: 4.280 piezas, dificultad para adultos y una apuesta por la fidelidad técnica antes que por el aspecto juguetero. Convertir un halo car intocable en un montaje minucioso parece una manera muy acertada de mantener vivo el mito.

Los creadores explotan abiertamente el contraste. El BRABUS 900 CRAWLER auténtico es una pieza ultrarrara montada sobre su propio chasis tubular, con carrocería abierta de fibra de carbono para cuatro plazas, sin puertas ni cristales, ejes pórtico y una distancia al suelo descomunal. Su tirada fue microscópica y el precio quedó claramente en terreno de coleccionistas. El set, en cambio, destila una parte de esa leyenda en un formato que cabe en el escritorio y no exige un desierto para disfrutarlo.

También hay sustancia en el propio modelo: prometen elementos funcionales que replican el carácter del original. Entre ellos, articulación de la suspensión para posar en clave off-road, ruedas específicas con réplicas de las llantas BRABUS Monoblock HD y un capó practicable que deja a la vista un vano de motor detallado. Para los fieles de la marca, es de esas piezas de colección que no solo lucen de alto nivel, sino que además invitan a ponerse manos a la obra.