Stellantis sigue posponiendo decisiones clave sobre el nuevo Maserati Levante y el Lancia Delta, dejando en suspenso el futuro de ambos modelos. A diferencia de Citroën, Peugeot y DS, donde la hoja de ruta de producto está bien definida, el horizonte para Alfa Romeo, Lancia y Maserati permanece borroso, con una estrategia que ya ha cambiado más de una vez.

En Maserati, el foco está en replantear a fondo la gama. La marca sopesa un nuevo SUV sobre la plataforma STLA Large que podría ocupar el lugar del Levante y fabricarse en Cassino junto al próximo Alfa Romeo Giulia y el Stelvio. Los plazos y las especificaciones, sin embargo, aún no se han comunicado. En paralelo, se baraja un regreso al segmento de las berlinas con un modelo que podría sustituir tanto al Ghibli como al Quattroporte. Ese ir y venir de decisiones amenaza con restar impulso en un espacio ferozmente competitivo, donde la claridad suele alimentar el interés.

Lancia Delta
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El panorama del Lancia Delta es todavía más difuso. En su momento se esperaba para 2028–2029 como eléctrico, pero por ahora la dirección de la marca solo confirma el lanzamiento del nuevo Lancia Gamma. Esa postura pone en duda el regreso del Delta, pese a lo dicho anteriormente.

Con este telón de fondo, quienes planean su próxima compra para los próximos años se ven obligados a interpretar recreaciones y rumores. Una ambigüedad prolongada pone a prueba la fidelidad y enfría el entusiasmo; un plan más nítido haría mucho por despejar el camino. Por ahora, el destino de ambos modelos sigue sin resolverse.