Dodge vuelve a sonar con fuerza: para 2029, la marca pondrá en la calle un nuevo Durango que parece haberse bajado del circuito. Los primeros renders de Kolesa muestran un SUV con un rostro inspirado en el Charger y, contra lo que cabría esperar, la apuesta convence a primera vista.

El frontal destila agresividad: faros LED rectangulares unidos por una franja horizontal, una enorme toma de aire en negro y un capó con relieves marcados. De perfil, las ventanillas rediseñadas y los faldones oscuros hacen que la postura parezca más baja. Detrás, un clásico de Dodge: pilotos estirados, doble salida de escape y difusor negro.

Pero no todo es fachada. Bajo el capó, el tono se pone serio. Dodge no descarta el regreso del V8 si la normativa no lo frena. También entra en la ecuación el 3.0 biturbo Hurricane, que ya ha demostrado su pegada en modelos de Jeep y en el Charger Sixpack. En cuanto a una versión totalmente eléctrica, no se espera antes de 2030: dentro de la gama de la marca, la demanda de eléctricos sigue siendo contenida.

Si la firma combina un V8 con ese lenguaje estético con sabor a Charger, el próximo Durango podría convertirse en uno de los SUV más carismáticos de su clase. De momento, quienes apuestan por la batería tendrán que esperar.