Subaru BRZ STI Sport Type RA: afinado para conductores puristas
Subaru BRZ STI Sport Type RA: 3.218 solicitudes por 300 unidades. Bóxer 2.4 equilibrado, suspensión ZF Sachs y autoblocante, Rev Sync y Flat Shift. Manual
Subaru ha anunciado los resultados del sorteo de compra del BRZ STI Sport Type RA, y las cifras hablan por sí solas: 3.218 solicitudes para 300 unidades. La expectación se entiende al instante: es una de las interpretaciones del BRZ más afinadas hasta el extremo, desarrollada junto a STI para quienes buscan una conducción sin filtros.
Parte de la conocida receta del BRZ, pero suma un bóxer de 2,4 litros equilibrado con meticulosidad. Tolerancias más estrictas en masa y balance reducen vibraciones y agudizan la respuesta del acelerador. El propulsor se ensambla con mayor precisión —no de manera artesanal, sino mediante equilibrado por máquina— para un funcionamiento llamativamente homogéneo.
La suspensión merece foco propio. STI reconfiguró los componentes ZF Sachs, incrementó la rigidez del chasis e instaló un diferencial autoblocante refrigerado, un recurso más habitual en superdeportivos. En circuito, esa combinación debería convertirse en un agarre sólido y repetible incluso bajo cargas altas, esa serenidad que permite encadenar vueltas con confianza.
Exclusivo de la caja manual de seis marchas, Rev Sync realiza automáticamente el golpe de gas al reducir, mientras que Flat Shift permite cambiar a una marcha superior sin levantar el pie. En la práctica, acerca técnicas de inspiración de rally a conductores de a pie.
El aspecto acompaña el planteamiento: alerones STI, detalles oscurecidos y pinzas Brembo doradas. El interior es sobrio y funcional, con costuras rojas y una posición de conducción baja y envolvente. Se ofrecen dos variantes: STI Sport Type RA (200 unidades) y Type RA con alerón trasero (100 unidades). Los precios oscilan entre 4.972.000 y 5.478.000 yenes.
El BRZ STI Type RA destaca como uno de esos deportivos modernos raros que siguen siendo honestos, mecánicos y centrados en el conductor. A medida que la electrificación gana terreno, esa autenticidad se vuelve aún más deseable.