China dio el paso más firme en mucho tiempo contra la guerra de precios de los vehículos eléctricos. El 12 de diciembre, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado (SAMR) publicó un borrador de directrices destinado a frenar la espiral descendente de descuentos, en la que los fabricantes rebajan los precios de lista por debajo del costo real de fabricar un automóvil. El regulador deja claro que intentar vender a pérdida para expulsar a competidores conlleva un riesgo legal significativo. La medida suena menos a suave aviso y más a trazar una línea en la arena: si se afianza, el bombardeo de rebajas podría remitir y devolver señales de precio más nítidas a los compradores.

El documento fija expectativas de cumplimiento en materia de precios en todas las etapas —desde la fabricación de vehículos y componentes hasta la estrategia de precios y las prácticas de venta—. Señala exhibiciones de precios engañosas, fraude, colusión y lo que los funcionarios describen como competencia irracional, que, a ojos del gobierno, ya está distorsionando el mercado y perjudicando tanto a consumidores como a empresas. Bien aplicado, ese marco recorta las zonas grises que alimentan la confusión.

El telón de fondo es claro: la sobreproducción y una demanda débil han amplificado lo que en China se conoce como neijuan, una hipercompetencia de rendimientos decrecientes. El mercado se estrecha con rapidez: el número de marcas de eléctricos puros e híbridos enchufables ha pasado de unas 500 a 129, y las consultoras del sector prevén que hacia finales de la década solo alrededor de una docena de actores mantendrá solidez financiera. La presión de precios empuja las exportaciones, lo que ya ha intensificado disputas comerciales y desencadenado aranceles a los autos chinos en varios países. Si los carriles de SAMR se mantienen, la contienda será más probable que vuelva a centrarse en tecnología, calidad y eficiencia, y no en el simple abaratamiento a toda costa.

Resulta revelador que Xpeng y BYD expresaran apoyo público al borrador y se comprometieran a reforzar el cumplimiento y a apartarse de la manipulación de precios. Ese respaldo temprano sugiere que los jugadores más grandes ven ventajas en reglas del juego más claras, una señal de que prefieren certidumbre a ruido táctico. Los comentarios públicos se aceptan hasta el 22 de diciembre.