Los mejores deportivos europeos de segunda mano por menos de $15.000
Descubre 5 deportivos europeos de segunda mano por menos de $15.000: Porsche Boxster, Mercedes SLK, Alfa Romeo Brera, Audi TT y BMW Z4. Emoción sin pagar de más.
Comprar un deportivo europeo suele asociarse a desembolsos elevados, pero el mercado de segunda mano cuenta otra historia. Por hasta 15.000 dólares, es posible encontrar máquinas que no solo atraen miradas, sino que también convierten el día a día en algo realmente agradable al volante.
Uno de los protagonistas sigue siendo el Porsche Boxster de primera generación. Con motor central, un chasis preciso y un bóxer atmosférico, se siente como un deportivo sin concesiones. Los años no le han restado encanto: continúa transmitiendo ese sello auténtico de Porsche y, en una carretera revirada, se comporta como esperan los entusiastas.
Como alternativa sólida aparece el Mercedes-Benz SLK de segunda generación. Este roadster compacto con techo rígido abatible encaja con quienes buscan un toque deportivo sin renunciar a la comodidad ni a usar el coche todo el año. El techo metálico simplifica la vida diaria, sobre todo cuando el clima cambia de ánimo.
Para el público europeo, el Alfa Romeo Brera sigue siendo una opción sugerente. No gana por cifras brutas, sino por diseño y carácter. Las versiones con V6 atmosférico se valoran por la emoción que muchos coches modernos ya no consiguen ofrecer; incluso parado, el Brera deja claro su mensaje.
El Audi TT de segunda generación combina estilo, practicidad y la tracción total quattro. En su variante S se transforma en una máquina rápida y versátil que encaja sin sobresaltos en la rutina diaria, un equilibrado todoterreno del asfalto para quien quiere ritmo sin dolor de cabeza.
Cierra el quinteto el BMW Z4 E89. Es la propuesta más moderna y potente del grupo, con el rendimiento que se espera de un deportivo de verdad a un precio comparable al de modelos generalistas. Desde el puesto de conducción se percibe como el más contemporáneo.
Todos demuestran que el placer de conducir no tiene por qué ser caro. Elegida con criterio y en buen estado, cualquiera de estas opciones ofrece estilo, personalidad y una buena ración de emoción sin gastar de más.