La sexta generación del Ford Explorer se mantiene vigente pese a los años desde su debut. En producción desde 2019, ya ha pasado por un lavado de cara, y la versión para el mercado chino adoptó recientemente un frontal revisado con faros finos y una barra de luz. Aun así, en internet ha aparecido una interpretación mucho más radical, una que Ford no planea llevar a las líneas de montaje.

Un render digital firmado por el diseñador Kelsonik reimagina el Explorer 2026 como un SUV de músculo. El morro bebe claramente del Ford Mustang: parrilla contundente, luces auxiliares en las esquinas, capó voluminoso y un alerón marcado llevan la estética muy lejos de la de un crossover familiar al uso. Una toma de aire ancha y generosos conductos refuerzan el tono deportivo, mientras la pintura bicolor con detalles en negro subraya ese carácter más duro. En imagen, el efecto funciona.

De perfil, las llantas negras de mayor tamaño con neumáticos de bajo perfil y pinzas de freno rojas hablan por sí solas, y el rediseño de la parte baja de las puertas asienta visualmente el coche. Aunque el render parte del Explorer para China, el lenguaje resulta universal y sería igual de llamativo en el modelo estadounidense. La postura por sí sola deja claras sus intenciones.

En lo técnico, es poco probable que Ford pegue un giro tan brusco. Se espera que el Explorer 2026 de producción en China utilice un motor 2.3 turbo de alrededor de 286 CV asociado a una automática de 10 marchas, mientras que en EE. UU. la gama ya abarca de Active a ST sin necesitar un rediseño tan extremo.

El ejercicio demuestra que incluso un SUV familiar puede apelar a la emoción, pero para Ford la propuesta se percibe demasiado nicho: al Explorer de gran volumen le renta más equilibrar practicidad y estilo que optar por la provocación pura. Es un look que atrae miradas, aunque corre el riesgo de estrechar su público.