Ample se acoge al Capítulo 11: el intercambio de baterías pierde fuerza
La startup Ample, apoyada por Stellantis, se acoge al Capítulo 11 y frena el intercambio de baterías por el auge de cargadores ultrarrápidos y demanda débil.
La apuesta por el intercambio de baterías para autos eléctricos respaldada por Stellantis se apagó apenas seis meses después de su lanzamiento. La startup estadounidense Ample se acogió al Capítulo 11 de la ley de bancarrotas de EE. UU., ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Texas.
Ample proponía una alternativa a la carga convencional: el conductor llegaba a una estación dedicada y cambiaba el pack agotado por otro completamente cargado en unos cinco minutos. El modelo contemplaba incluso vender los coches sin batería y ofrecer el paquete en formato de suscripción.
Stellantis barajó aplicar la tecnología en el carsharing y planeó desplegarla en la flota de Free2Move con los Fiat 500e. Sin embargo, el mercado tomó otra dirección. La rápida expansión de cargadores ultrarrápidos ha permitido que muchos eléctricos repongan buena parte de su autonomía en unos 20 minutos, enfriando el interés por un sistema de intercambio costoso y complejo de operar. Sobre el papel, un cambio en cinco minutos seduce; en la práctica, la inercia apunta a enchufes cada vez más veloces.
La demanda se quedó por debajo de lo previsto. A las cuotas adicionales de suscripción se sumaron dudas sobre el desgaste de las baterías recibidas, y la confianza en el servicio se resintió. En su trayectoria, Ample recaudó cerca de 330 millones de dólares en inversiones, pero acumuló alrededor de 100 millones en deuda. Sus activos se valoran entre 10 y 50 millones de dólares.
El repliegue no se limitó a Estados Unidos. En España, una estación de Ample inaugurada en otoño ya ha sido desmontada. Según coinciden los expertos, a medida que madura la infraestructura de recarga, los eléctricos urbanos prescinden cada vez más de soluciones alternativas como esta. La conclusión, tan repetida en la movilidad urbana como vigente, es sencilla: la simplicidad y unas redes predecibles resisten mejor que las propuestas más intrincadas.