Tras un paréntesis de 40 años, el fabricante británico de deportivos TVR regresa a Estados Unidos. Su primera sala de exposición abrirá en Las Vegas, con protagonismo para modelos de las décadas de 1990 y 2000 que llegan restaurados y listos para lucirse.

La iniciativa la lidera TVR Garage, fundada por Andy Hughes y Gavin Bristow, antiguos empleados de BMW, McLaren y Fisker. El espacio, de 1.400 metros cuadrados, exhibirá coches con al menos 25 años de antigüedad, lo que permite sortear las estrictas normativas de seguridad y emisiones de EE. UU. Cada vehículo pasa por una restauración completa a cargo del socio británico Str8six antes de enviarse a Estados Unidos. Es una fórmula pragmática: respeta el pasado de la marca, navega la regulación y transmite confianza a los compradores.

Por ahora hay dos modelos confirmados: el TVR Cerbera y el TVR Tuscan. El deportivo más reciente de la firma, el TVR Griffith —desarrollado a partir de un diseño de Gordon Murray—, todavía no ha entrado en producción. Apostar por el Cerbera y el Tuscan juega a favor de los puntos fuertes de TVR: un diseño visceral y una conducción sin filtros.

El regreso de TVR a Estados Unidos supone un paso importante para preservar el legado de la histórica marca británica y puede atraer la mirada de coleccionistas en busca de deportivos clásicos. Con una selección cuidada y restauraciones de calidad, el plan tiene potencial para reavivar el entusiasmo allí donde la rareza y el carácter pesan más.