Lotus registra la marca Eleven: ¿vuelve el deportivo más ligero?
Lotus solicita en la UEIPO la marca Eleven y abre la puerta al retorno de su icónico deportivo ligero, quizá eléctrico. Historia, legado y lo que podría venir.
Lotus se prepara para resucitar uno de sus nombres más emblemáticos. En la base de datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea ha aparecido una solicitud para registrar la marca Eleven, una denominación que la firma británica reservó en su día para sus ligerísimos coches de circuito de los años cincuenta. Un movimiento que, a la luz del historial de la marca, suena tan lógico como oportuno.
El Lotus Eleven original, fabricado entre 1956 y 1958, destilaba la filosofía de Colin Chapman de simplificar y rebajar peso. Con carrocería de aluminio y motores de hasta 105 CV, cosechó victorias en Le Mans, Sebring y Monza, reforzando la idea de que la agilidad puede imponerse a la fuerza bruta.
La idea regresó después con los Lotus 2‑Eleven (2007) y 3‑Eleven (2016). Ambos ponían por delante la masa mínima y el rendimiento extremo, convirtiendo cada salida en una experiencia casi de carreras; una prueba de que la receta purista de la marca mantiene su filo.
Si llega a materializarse un nuevo Eleven, podría integrarse en la gama de deportivos, quizá incluso con propulsión eléctrica. Para Lotus, sería un regreso a lo esencial: conexión directa con el conductor y devoción por la ligereza que ayudó a convertir a la marca en leyenda del automovilismo. Y, dicho sea de paso, el nombre parece hecho a medida para esa misión.