El CEO de Ford, Jim Farley, expresó preocupación por el rumbo del mercado de autos eléctricos. Según su visión, las ventas de los modelos eléctricos de la marca podrían rondar el cinco por ciento del total del mercado estadounidense en los próximos años, lo que sugiere que la influencia de esta categoría podría perder intensidad.

Ford Motor Company también ha encajado sus propios reveses y habría cedido cerca de la mitad de su cuota en el segmento de eléctricos. El retroceso se atribuye a una gama poco amplia y a la falta de grandes actualizaciones técnicas en los modelos existentes, factores que enfriaron el interés del comprador. La lectura es clara y coherente con el comportamiento del mercado cuando escasean la variedad y el hardware renovado.

Para corregir el rumbo, la dirección de Ford está replanteando su estrategia. El foco pasa ahora a los eléctricos asequibles, pensados para conquistar a un público más amplio con precios alcanzables y funcionalidad cotidiana. Una pieza clave de ese plan es una pickup eléctrica de orientación económica, con producción prevista para 2027. Es un giro pragmático que pone el valor y la usabilidad en primer plano y, bien ejecutado, tiene sentido para recuperar tracción entre los compradores que buscan soluciones prácticas.