Este sistema permite que conductores y pasajeros elijan la ruta según el paisaje que quieren vivir. Por ejemplo, pueden orientar el itinerario por carreteras pintorescas enmarcadas por el follaje otoñal, pasar junto a jardines primaverales en flor o dirigirse hacia amplias vistas de montaña en verano. Con tecnología en tiempo real, el recorrido se ajusta sobre la marcha para reflejar las condiciones cambiantes del entorno, y la navegación deja de ser pura eficiencia para convertirse en una experiencia curada.

La propuesta mantiene el viaje abierto y flexible de dos maneras.

Por un lado, el enrutamiento en tiempo real permite seleccionar automáticamente las rutas óptimas según la situación y el clima del momento, priorizando los paisajes naturales más atractivos alrededor.

Por otro, la planificación anticipada del trayecto, desde la propia interfaz del vehículo, ofrece la posibilidad de diseñar una ruta con algoritmos integrados y modelos generativos que proponen las mejores opciones a partir de los datos disponibles y de las preferencias indicadas.

Una vez definida la ruta ideal, el conductor puede seguir al mando o activar la conducción autónoma para relajarse y contemplar el entorno. La tecnología busca elevar el confort del viaje, generar impresiones diferenciadas y enriquecer el lado emocional de cada desplazamiento; al final, cuando el mapa se moldea con el paisaje, incluso una rutina diaria se siente más gratificante.