El Ferrari 458 Italia hace tiempo que se ganó el estatus de clásico moderno, pero el preparador con sede en EE. UU. Vorsteiner se propuso demostrar que incluso un icono admite una puesta al día. En el SEMA 2025, la firma presentó un 458 totalmente restaurado dentro de un nuevo programa de restauración. El trabajo es tan minucioso que cuesta reconciliar el aspecto final del coche con su edad real.

El 458 Italia fue el último Ferrari con un V8 atmosférico de 570 hp y el último proyecto de Pininfarina para la marca, algo que ayuda a explicar por qué el interés no deja de crecer. La restauración oficial a través de Ferrari es prohibitivamente cara, un hueco que Vorsteiner ha ocupado con decisión.

El paquete aporta un paragolpes delantero nuevo con guiño al 488 Pista; una zaga retrabajada con tres escapes centrales y un difusor de buen tamaño; además de faldones y un splitter ancho. Incluye un generoso alerón trasero de carbono, y los pilotos se han sustituido por unidades más modernas del 488, adaptadas a la carrocería del 458. Rematan el conjunto unas llantas de magnesio de 20/21 pulgadas.

Vorsteiner no anuncia un aumento de potencia, de modo que el foco recae por completo en la estética. El programa cuesta alrededor de 90.000 €: 58.000–68.000 € para el kit de carrocería, 3.900 € de mano de obra y otros 15.000 € para las llantas. El resultado convence —es muy parecido a lo que muchos entusiastas imaginan como el 458 Italia ideal— y, lo esencial, el coche sigue percibiéndose auténticamente 458, sin caer en un pastiche de posventa. La propuesta se siente coherente y respetuosa con el carácter del modelo.